28.11.08

Cuando el hambre aprieta

El suceso acontecía en Málaga capital, España, alrededor de un contenedor de basura. Muy cerca de él hay un supermercado que tira los productos que se retiran de las estanterías cuando están pasados de la fecha aconsejada aunque no necesariamente hayan caducado.
Dos mujeres se sentían afortunadas, una bandeja de pescado con muy buena pinta, algo que no siempre se encuentra en un contenedor de basura. De origen magrebí, las dos mujeres ya tenían garantizado el almuerzo cuando tuvieron que enfrentarse con un competidor, que también quería el manjar.
Ellas iban juntas y comenzaron a pelear con un hombre, español y de mediana edad. Trataban a gritos de aclarar quién fue el primero que dio con los sabrosos desperdicios, pero la pelea fue a más. Las mujeres cogieron una silla tirada cerca del contenedor y empezaron a agredir al varón, que recibió varios golpes en la cadera y en la espalda. Él quedó malherido en el suelo y ellas se marcharon con los trozos de pescado. Por su parte, el hombre, que vive de la caridad, fue trasladado al Hospital, mientras que las agresoras aún no han sido detenidas y seguro a estas horas ya han dado buen disfrute de tan suculento plato.

27.11.08

Ojos que no ven, corazón que no siente

Un tribunal de Teherán ha sentenciado a un hombre a recibir veinte gotas de ácido en los ojos tras haber sido encontrado culpable de cegar a una joven con líquido corrosivo por haberse negado a casarse con él. El tribunal ha decidido aplicar la ghesas o ley del talión (ojo por ojo, diente por diente) contemplada en el código penal iraní.
Los hechos acontecieron en el año 2004, cuando el acusado, que conocía a la víctima de la universidad y a la que había propuesto matrimonio, la asaltó y le arrojó ácido a la cara. Tras el incidente, la joven, fue tratada durante dos años en España. No obstante, acabó perdiendo la visión en ambos ojos. La chica había denunciado a la policía dos días antes del suceso que sufría el acoso del acusado. Durante el proceso, aseguraba que "sólo pido que el culpable corra la misma suerte que yo".
Por su parte, el culpable ha reconocido haber cometido el crimen por amor afirmando que "cuando le pedí la mano me dijo que iba a casarse con otra persona y yo pensé arrojarle el ácido en la cara para que su novio la dejara". Cuando el juez preguntó a la joven si quería que la aplicación de la ley del talión se llevara a cabo repitiendo las circunstancias del crimen, es decir, vertiendo al acusado líquido corrosivo en la cara, la víctima aseguró que la condena le parecía "salvaje" y solicitó que se le vertieran veinte gotas de ácido al joven "para que entienda cómo estoy sufriendo".

20.11.08

Un hombre ata a su pareja y le quema el pubis

El fiscal ha pedido dieciocho años de prisión a un hombre acusado de atar a su pareja en un árbol de una zona boscosa de Barcelona (España) y tirarle gasolina en el pubis para después quemarla. Además, la hizo caminar durante 3/4 de hora delante del coche que el procesado conducía. Por todo, la mujer sufrió quemaduras de segundo grado y estuvo ingresada en el hospital. El fiscal, que acusa al imputado de delitos de intento de asesinato, amenazas y detención ilegal, ha relatado que víctima y procesado tenían una relación sentimental y a veces discutían. El 21 de enero de 2002 la mujer fue a casa del presunto maltratador para solucionar unas discrepancias que tenían. Cuando ella quiso regresar a su domicilio, el hombre se ofreció a llevarla. Una vez en el vehículo, cerró las puertas y fue hacia otra dirección: la montaña. Una vez allí, el procesado se dirigió a una zona boscosa, la hizo bajar del coche, le ató las manos a la espalda y le puso un pañuelo en la boca. Después la ató a un árbol mientras le decía que si chillaba la mataría. Mientras la mujer estaba atada al árbol, el procesado la despojó de ropa de cintura para abajo y la amenazó con violarla. Luego, el acusado le roció el pubis con gasolina y le prendió fuego, momento en que ella consiguió desligarse del árbol tirándose al suelo para apagar las llamas. Después, él le quitó la cuerda obligándola a andar delante del vehículo durante 45 minutos mientras él conducía. Un rato más tarde la volvió a meter en el vehículo mientras le decía que no se quejara del dolor porque la podía haber matado. La víctima consiguió escapar después de que el hombre la expulsara del vehículo. Ella pidió ayuda en una casa próxima a donde estaba.
Por esta agresión, la víctima sufrió quemaduras de segundo grado en la zona genital, y estuvo ingresada en el hospital bastante tiempo. Sin embargo, la mujer no reclama ninguna indemnización. Es más, el juicio se tenía que haber celebrado en la Audiencia de Barcelona ayer miércoles pero se ha suspendido porque no se ha localizado a la víctima en su domicilio, a pesar de la citación judicial.

6.11.08

Me muero por el hockey

Fanática desde hace décadas de los Chicago Blackhawks de la NHL, la familia Kuhlman vive demasiado la pasión por su equipo de hockey sobre hielo. Así, esta semana ha muerto Marguerite, de 68 años, en el United Center, de un infarto en un partido. Lo llamativo es que en el año 1986, su madre, Mildred, falleció exactamente en las mismas circunstancias.
Abonadas de toda la vida a la fila 15 del United Center -antes del Chicago Stadium-, tres hermanas, ya jubiladas, tenían como gran entretenimiento ir a ver a los Blackhawks, la tradición familiar. Ahora, aún quedan dos hermanas Kuhlman para seguir animando al equipo. Pero, ¿seguirán quedándoles ganas después de ver cómo sus seres más queridos mueren en pleno partido? A este respecto, una de las que aún sobreviven, que ha visto ya cómo, con 22 años de diferencia, una de sus hermanas y su madre morían viendo al equipo de la familia, ha declarado: "Somos fans del hockey desde hace muchos, muchos años. La gente se ríe de nosotras porque somos mujeres mayores a las que nos gusta ir a ver los partidos" pero afirma que pese a todo continuarán asistiendo a ver a sus amados Chicago Blackhawks.