26.12.06

Un vago crónico sorprende a Alemania

Henrico Frank, un parado crónico de 37 años que exhibe un pin con el lema "trabajar es una porquería", se ha convertido en fenómeno mediático en Alemania por alardear de que no acepta ningún empleo y poner en evidencia el sistema social alemán.
Frank, quien tiene incluso una jefa de prensa, acapara desde hace días portadas de la prensa popular con dos fotografías -la primera, con barba, piercing y melenas; la segunda aseado y afeitado-.
El individuo, un albañil desempleado desde 2000 y apodado "Zecke" (garrapata) saltó a la fama el pasado 12 de diciembre al increpar al jefe del Partido Socialdemócrata (SPD), Kurt Beck, en un mercadillo navideño y criticar después su política laboral. Beck, quien lleva una pulida barba, le aconsejó entonces, que se lavara y afeitara, con lo que de buen seguro mejorarían sus posibilidades de encontrar trabajo, y ofreció su ayuda en ese cometido.
Los diarios de todo el país se hicieron eco del suceso, con alguna que otra crítica a la supuesta falta de sensibilidad social del líder socialdemócrata y primer ministro de Renania Palatinado (oeste del país) hacia los parados crónicos.
En un país con cuatro millones de desempleados es complejo hacer este tipo de bromas, especialmente tras la crispación creada por los recortes infligidos a los subsidios del paro por el anterior gobierno socialdemócrata-verde de Gerhard Schroeder y amplificados ahora por la gran coalición de Angela Merkel.
Los medios difundieron la "nueva imagen" de Frank rasurado y peinado, de acuerdo al tradicional esquema del "antes y después". Beck, visto el cariz que tomaba el asunto, convocó a Frank para una cita el 18 de diciembre, en la que el equipo del político puso sobre la mesa ocho ofertas de trabajo.
La iniciativa del líder del SPD no calmó las aguas: parte de la oposición criticó esta especie de "ayudismo" a un vago reconocido, mientras otros muchos esperan en vano durante meses una oferta. Frank respondió con un nuevo desafío y no acudió a la cita. En lugar de ello su jefa de prensa y mánager convocó a los medios, ante los que explicó que su cliente tenía una cita con la parroquia local, inaplazable. Explicó, asimismo, que sufre distintas dolencias -sólo tiene un riñón, sufre de la ciática y tiene una contusión en el hombro, dijo- que le impiden responder a cualquier oferta de empleo.
La insignia del "trabajar es una porquería" dominaba hace pocos días el espacio que le dedicaba el rotativo "Bild", que convertía el tema de nuevo en su portada y también su segunda página.
Se pregunta ese medio, el más leído de Europa, por qué no se le retiran los subsidios del paro, ahora que el gobierno de Merkel está hablando de apretar las tuercas a los desempleados crónicos y diferenciar a quienes quieren trabajar de los que se niegan a ello.
"Berliner Zeitung", por su parte, explicaba que ante la frescura de Frank y la respuesta de Beck se han formado varias iniciativas, más o menos en serio, para parodiar la situación del mercado laboral y la ineficacia de los organismos de Empleo.
Entre estas acciones estaría una especie de fiesta pos-navideña bajo el lema "Waschen-und-Rasieren-Happening" -"Fiesta del Lavar y afeitar"-, el 2 de enero, en Maguncia, la capital de Renania Palatinado.
Las frescuras de Frank han dejado de ser un chiste mediático para convertirse en debate, acerca de hasta qué punto el estado social alemán es ineficaz ante los vagos crónicos, mientras expertos laboralistas lo consideran una afrenta para los desempleados reales. "¿Accederá Henrico al Bundestag?", se pregunta asimismo "Bild", el rotativo de mayor tirada en Europa, respecto a supuestos coqueteos del Partido de la Izquierda para incluirlo en sus filas en la cámara baja del Parlamento alemán.
"En principio, me parece bien que la gente que sabe lo que es estar en el paro entre en el Parlamento", dice la diputada de esa formación, Katja Kipping.
"Bild" apunta al salto social que supondría para Frank acceder a un escaño y las correspondientes dietas y emolumentos del Bundestag y aclara que Frank milita en esa formación.