Una estadounidense sobrevive milagrosamente a una decapitación interna
“Mi cráneo se despegó de mi cuello cerca de cinco minutos. Cada vez que intentaban atornillarlo a mi cabeza, se resbalaba”. Así lo cuenta Shannon Malloy, una estadounidense de 30 años, que ha sobrevivido a un accidente de tráfico en el que su cráneo se separó de la columna vertebral. Sin embargo -y para asombro de los médicos- su médula espinal y órganos internos permanecieron intactos.
“Recuerdo el impacto y, después, no tenía control sobre mi cabeza”, relata la norteamericana. “No me fijaba mucho en el dolor. Sólo pensaba continuamente: tengo que mantenerme viva”.
Después de cinco intentonas, los médicos consiguieron unir el cráneo a la columna vertebral, y colocaron un llamado halo -un sistema de sostén para la cabeza- hasta que cicatrizaran las heridas y el cuello recobrase la fuerza.
Como consecuencia del accidente, la joven natural de Nebraska, ha sufrido daños nerviosos que le han causado vista borrosa y dificultades para tragar. Los médicos están intentando ahora corregir dichas secuelas.
1 Comments:
Dios mio, nunca más me quejaré de nada. Que insólito!
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