27 años después de su muerte quizás pueda descansar en paz

Veintisiete años después del secuestro y muerte de la niña Ursula Herrmann, hija de un matrimonio de profesores públicos, la policía alemana ha arrestado a un hombre que podría ser su asesino, poniendo punto y final a la investigación de un crimen que ocurrió en el ya lejano año 1981, cuando fue hallado el cadáver de la pequeña de 11 años dentro de una caja de madera en un bosque cerca de Eching am Ammersee, en la que fue enterrada viva a metro y medio de profundidad muriendo de asfixia.

Un hombre de 58 años, previamente señalado como posible asesino en otras investigaciones sobre el caso, fue arrestado ayer en Kappeln. El sospechoso fue trasladado a la Fiscalía en Augsburg, donde ha sido expedida una orden de arresto ya que se ha hallado una cinta con la grabación de la melodía que el secuestrador ponía como fondo cada vez que entablaba comunicación telefónica con los padres de la menor.
El cadáver fue encontrado 19 días después de la desaparición, tras una intensa búsqueda y después de que el secuestrador suspendiera el contacto con los padres.

(Hace 27 años, la policía investigó sin éxito a 15.000 sospechosos y 11.000 vehículos, cotejó mas de 20.000 huellas dactilares y realizó mas de 40.000 pesquisas, siguió más de 3.000 huellas y efectuó un centenar de peritajes, hasta acumular 300 archivadores de informes.) Ahora, el presunto secuestrador y asesino ha sido localizado durante las pesquisas de otro crimen en el que ha aparecido la misma huella genética que los investigadores de la muerte de Ursula habían conseguido aislar de una tuerca del cajón en el que fue enterrada viva.