16.6.08

Se quedó sorda tras un fuerte beso que le dio su hija

Le ocurrió a Gail Schwartzman, una ama de casa que reside en la localidad de Hicksville (NY, Estados Unidos), y que sufrió un desplazamiento del tímpano y de algunos pequeños huesos del oído tras el fuerte beso que le dio su hija de seis años -por aquel entonces tenía cuatro- debido a la fuerza de succión que uso ésta para su expresión de afecto. "Había pasado el día fuera de casa y cuando llegué fui a darle un abrazo a mi hija. Ella me asió y me dio un beso realmente grande en el oído izquierdo. Y mientras lo hacía, sentí cómo aspiraba el aire fuera de mi cabeza (...) Cuando acabó no oía nada por ese lado". Según los médicos que la atienden desde entonces también han quedado en su cabeza sonidos residuales provocados por el ósculo, que hacen perder también capacidad auditiva.
La mujer experimenta lo que en la comunidad médica denominan tinnitus, un fuerte zumbido que dificulta la audición, y aunque actualmente ha recuperado una pequeña parte de la misma, los profesionales que la atienden se centran ahora en que desaparezca ese molesto zumbido.
El caso ha llamado tanto la atención de la comunidad científica, al tratarse de algo realmente extraño y muy poco frecuente -al parecer hubo un caso similar en los años 50 pero no hay nada escrito-, que algunas publicaciones harán ahora un reportaje sobre lo que han bautizado: "beso de sordos". Lo terrible del suceso es que parece que el asunto dejó una terrible cicatriz emocional en su niña.