4.11.06

Atrapan a insólito asaltante de banco

"Las mujeres me obligaron a hacerlo''.
Cuando Jeffrey S. Pagar robó un banco ayer, le entregó a una cajera una nota con estas palabras, dicen los investigadores.
Jeffrey necesitaba el dinero para comprar cocaína en piedra (crack) que luego entregaba a prostitutas que le exigían que les pagara con drogas, según señala la policía. Los detectives dicen que Jeffrey, de 45 años, vecino de Delray Beach, escapó del banco de la forma más insólita posible: en un taxi amarillo y blanco. Las autoridades creen que había dañado su vehículo tras cometer otro robo un día antes. Jeffrey ahora se encuentra detenido en la cárcel del Condado Broward en Fort Lauderdale, acusado de asalto de banco, posesión de parafernalia de droga (una pipa para fumar crack) y posesión de cocaína (había un poco de crack en la pipa), según la policía. ''Jeffrey dijo que le gusta tener relaciones sexuales con prostitutas, y que ellas sólo aceptan pago en crack'', dice la detective Katherine Collins, portavoz de la policía de Fort Lauderdale. "De modo que para poder tener relaciones con esas mujeres, era esencial que él comprara crack. De ahí que le entregara ese mensaje tan extraño a la cajera''.
De acuerdo con la policía, lo que sucedió fue como sigue. Ayer, Jeffrey subió al taxi que conducía Fauel Cinus en el centro de Fort Lauderdale, en horas tempranas de la mañana. No actuó de forma sospechosa ni dijo nada raro; simplemente le pidió al taxista que lo llevara al banco. A eso de las 9 a.m., el taxi se detuvo en una sucursal del SunTrust Bank, ubicada en el 6260 NW 9 Avenue. Cinus le ha dicho a The Miami Herald que Jeffrey le pidió que lo esperara afuera mientras él hacía una transacción rápida. Pero lo cierto es que no se trataba de una transacción ordinaria. Jeffrey entró al edificio en silencio y se puso en una fila en espera de una cajera disponible. Los testigos dijeron que parecía nervioso, que sudaba y que jugueteaba con una bolsa de papel marrón mientras esperaba su turno. Cuando la cajera preguntó por el próximo usuario, Jeffrey le entregó a la mujer una nota en la que le exigía le entregara dinero y culpaba del robo a las prostitutas. De acuerdo con las autoridades, la cajera hizo lo que Jeffrey le pidió, entregándole más de $1,000 en efectivo. Luego, Jeffrey salió del banco y regresó al taxi que continuaba esperándolo en el estacionamiento. Cinus dice que Jeffrey le pidió que lo llevara a Pompano Beach. ''Me dijo que tenía prisa'', señala Cinus, "pero le respondí que yo no iba a conducir a exceso de velocidad''. Cuando llegaron a Pompano Beach, Jeffrey le indicó al taxista que lo llevara a un lugar en el área de Hammondville Road. De nuevo, Jeffrey le pidió a Cinus que esperara por él, porque tenía que resolver un asunto. En esta ocasión, era algo que tenía que ver con drogas, dice la policía. Jeffrey salió del edificio sólo con $100 y sin crack. Posteriormente, el hombre confesó a los investigadores que solía frecuentar ese sitio para comprar crack que luego les daba a varias prostitutas. Cuando Jeffrey volvió al taxi, le dijo atropelladamente al conductor que continuara con rumbo norte. Pero ya para ese momento la policía estaba tras la pista del auto de alquiler. Los despachadores en la empresa de taxis, así como testigos, ayudaron a detectar el número de placa del automóvil, además de que el propio vehículo estaba equipado con un aparato de posicionamiento global (GPS en inglés). De regreso en el taxi, Cinus recibió en su celular un mensaje de texto de su despachador, en el que le pedía que se detuviera de inmediato. Cinus hizo lo que se le indicó. Dice que su pasajero se enfureció cuando se detuvo y que discutieron, pero que Jeffrey nunca lo amenazó.